En absolutamente todos los grupos nunca falta “la linda”, la que los chicos le gritan por la calle, y todos la miran siempre vaya a dónde vaya. En mí grupo, también está esa chica linda, yo con el tiempo, nunca la soporté, nunca supé porque seria por envidia o porque todos los chicos que a mí me gustaban, les parecía linda ella, o eran amigos de ellas. Ella jamás me sacó a un chico, capaz que era porque me quería, no sé sí mucho pero al fin y al cabo me quería. Hace dos meses, me dí cuenta que le tenía desprecio a la “linda” porque siempre la miraban a ella, le gritaban cosas a ella, y desde que se despertaba hasta que se dormía nunca hacía un gesto feo, también por envidia, al principio lo negaba yo no soy ni un poquito envidiosa y mucho menos de una amiga. Pero, hace unos días me dí cuenta que sí, era envidia, era feo que absolutamente todos los chicos la miren y le griten cosas, mientras vos estas ahí átras, siendo invisible y estando pintada. Siempre decía “no, no te equivoques, no es envidia, para mí es fea, siempre lleva maquillaje, y así cualquiera es linda” pero me equivocaba, ella sí es linda con o sin maquillaje, siempre la persiguen. Hoy, fuimos a un club de mí ciudad y fuimos nuestro grupo, yo al final me tuve que ir con ella, y nos habremos quedados media hora juntas nomás, nunca me había quedado sola con ella, siempre andabamos en grupo. Fue demasiado tiempo para contarle quién me gusta y que ella me ayudase, y me haga reír descontroladamente. Gracias a ese tiempo a solas, me dí cuenta que la juzgaba siempre, y que ella era linda y muy buena persona, simpática y hasta psicóloga. Hoy, me arrepiento de haberle sacado tanta mano por como es físicamente, y nunca me dí cuenta que ella es muy buena. 

Acá un claro ejemplo de que juzgar está mal.